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Forero del todo a cien
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- 23 Feb 2019
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@Sir Ano de Bergerac :
¿Qué puedo decirte? Nada o poco, así es.
Por mi parte estoy instalado en un 'pensamiento débil', por llamarlo de alguna manera, pero que bien mirado, es fortísimo, al reconocer su limitación, y una vez aposentado en tal manifestación, pues uno da rienda suelta a la intuición, la cual es un pensamiento celular, arcano, la sublimación del olfato perdido que otrora nos permitía ventear agua y hembra a leguas de distancia.
Hegel dice la verdad en nuestra época y a su manera, lo cual significa que ese complejo enquistado, ese pánico a la muerte, un día de otra época, al protohumano le dividió el alma en dos, es decir otra vez, en mundo interior y exterior que siempre, hasta ese momento, había percibido y sentido como uno solo.
A partir de ahí, llegamos al hoy y a la arrogante ignorancia global, un hoy que ya dura siglos.
Repito lo que dije, es posible que la astrología nos revele parte de La Verdad, una faceta suya, sin embargo vuelve a ser otra vez un antropomorfo puesto que tal geometría y topología cósmica tiene de nuevo, como centro del compás que traza los mapas, a un centro insignificante y arbitario, al yo, y en un universo isótropo por su inmensidad aunque no lo sea.
Al recelo de ella me impulsa ese ánimo quevedesco, y como él proclamaba, más o menos, si la mano tiene rayas no se debe a que en estas arrugas se escriban los azares, sino a que la mano dobla por ahí...
Jijiji, era la monda, y en ese descojone universal me refocilo para no caer en los malos pensamientos al comprobar una y otra vez aquello que escribió Mayakovski:
Como se suele decir,
el incidente ha terminado.
La barca del amor se estrelló contra la vida cotidiana.
Estoy a mano con la vida
y no vale seguir recordando
dolores, desgracias y ofensas recíprocas.
Sigan felices.
Lilia, quiéreme.
¡Bummmm!, y se voló los sesos con un pistolón decimonónico.
No obstante, en su carta de despedida, si bien la lucidez de su pensamiento espanta, la concluye con una invocación a Su Amor, y ahí está La Verdad, porque no hay más asidero para un hombre que la mujer, y en ella es en lo único que creo al ser la mujer todo lo esotérico y exotérico del mundo.
El hombre conoce a la mujer, la mujer conoce al hombre...
Así fue dicho, y ese es el auténtico significado de la palabra, Conocer.
Entonces no hay nada que razonar y mucho que sentir con la piel, la barrera que se erigió en el organo absoluto de conocimiento aquel aciago día en el que, dos mundos que eran uno, por miedo se separaron en el adentro y el afuera del que nos habla el adagio del Hermes, o Hegel.
Ella va caminado por las nubes... No se puede decir mejor.
Amén.
¿Qué puedo decirte? Nada o poco, así es.
Por mi parte estoy instalado en un 'pensamiento débil', por llamarlo de alguna manera, pero que bien mirado, es fortísimo, al reconocer su limitación, y una vez aposentado en tal manifestación, pues uno da rienda suelta a la intuición, la cual es un pensamiento celular, arcano, la sublimación del olfato perdido que otrora nos permitía ventear agua y hembra a leguas de distancia.
Hegel dice la verdad en nuestra época y a su manera, lo cual significa que ese complejo enquistado, ese pánico a la muerte, un día de otra época, al protohumano le dividió el alma en dos, es decir otra vez, en mundo interior y exterior que siempre, hasta ese momento, había percibido y sentido como uno solo.
A partir de ahí, llegamos al hoy y a la arrogante ignorancia global, un hoy que ya dura siglos.
Repito lo que dije, es posible que la astrología nos revele parte de La Verdad, una faceta suya, sin embargo vuelve a ser otra vez un antropomorfo puesto que tal geometría y topología cósmica tiene de nuevo, como centro del compás que traza los mapas, a un centro insignificante y arbitario, al yo, y en un universo isótropo por su inmensidad aunque no lo sea.
Al recelo de ella me impulsa ese ánimo quevedesco, y como él proclamaba, más o menos, si la mano tiene rayas no se debe a que en estas arrugas se escriban los azares, sino a que la mano dobla por ahí...
Jijiji, era la monda, y en ese descojone universal me refocilo para no caer en los malos pensamientos al comprobar una y otra vez aquello que escribió Mayakovski:
Como se suele decir,
el incidente ha terminado.
La barca del amor se estrelló contra la vida cotidiana.
Estoy a mano con la vida
y no vale seguir recordando
dolores, desgracias y ofensas recíprocas.
Sigan felices.
Lilia, quiéreme.
¡Bummmm!, y se voló los sesos con un pistolón decimonónico.
No obstante, en su carta de despedida, si bien la lucidez de su pensamiento espanta, la concluye con una invocación a Su Amor, y ahí está La Verdad, porque no hay más asidero para un hombre que la mujer, y en ella es en lo único que creo al ser la mujer todo lo esotérico y exotérico del mundo.
El hombre conoce a la mujer, la mujer conoce al hombre...
Así fue dicho, y ese es el auténtico significado de la palabra, Conocer.
Entonces no hay nada que razonar y mucho que sentir con la piel, la barrera que se erigió en el organo absoluto de conocimiento aquel aciago día en el que, dos mundos que eran uno, por miedo se separaron en el adentro y el afuera del que nos habla el adagio del Hermes, o Hegel.
Ella va caminado por las nubes... No se puede decir mejor.
Amén.
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