Muy buen disco, pero tengo que comentar algo que no sé si es negativo o no.
Como aficionado al jazz en primer lugar, en segundo lugar apasionado de Coltrane y en tercer lugar saxofonista entre otras cosas, opino que este no me parece su mejor trabajo. Aunque lo mismo no estoy siendo objetivo, me sé el Blue Train casi nota por nota porque es el disco con el que creo que lo descubrí y éste me lo pongo de vez en cuando, también hay otros discos de jazz de otros artistas que prefiero escuchar antes que éste y además últimamente estoy oyendo otros estilos de jazz de armonías más interesantes porque intento desarrollar un sentido armónico más amplio, no me forma mucho en ese aspecto tocar la mayoría de las cosas de Coltrane, es otro concepto de música, es arte que en su momento estuvo vivo y respiraba, no algo que puedas sentarte en una mesa a estudiar y analizar al cien por cien para llegar a una conclusión definitiva y definitoria, porque puede existir una partitura de las piezas del álbum escrita antes de la grabación pero dudo mucho que se parezca mucho a lo que suena en el disco; aquí Coltrane es demasiado libre para sacar conclusiones, pero en cualquier caso al César lo que es del César: esto es una obra de arte inmensa. Es una demostración de técnica, creatividad, ingenio y talento musical innato de una serie de músicos genuinos de los que tristemente ya no quedan. Algún día me gustaría ser tan músico como un pelo del culo de Coltrane.
Por cierto, no sé qué problema puede tener alguien con la improvisación en el jazz. El músico de jazz improvisando es arte vivo, se trata de más que música, querer verlo y hablar de ello de un modo cuadriculado y puramente musical cuando aquí no sabe hacer sonar un triángulo ni el moderador es divertidísimo. Si una persona está contemplando a un buen grupo de jazz haciendo un colchón con un solista inspirado improvisando y no siente nada, es porque simplemente no conoce el idioma en el que el músico se está expresando y está buscando otra cosa, algo asequible y que no le haga pensar para comprender el mensaje que están intentando transmitirle. Lo cual no es malo, no todo el mundo tiene la suerte de saber de música y ser capaz de apreciar cada estilo dentro de unos estándares de calidad, pero es un poco triste tener un pensamiento tan limitado.
Más oír música y menos Wikipedia.
Clark Gable rebuznó:
pero musicalmente no me dice nada.
No te preocupes, es normal. Pero mientras se lo diga a la gente que sabe algo más que decir do re mi, suficiente.
Sir Ano de Bergerac rebuznó:
Pues que hay un tipo de Jazz, más desenfadado, tipo jam session, que es lo que les gusta a algunos. Y son los mismo los que siempre denostan el jazz más meditado, porque se han acostumbrado a la comida rápida.
Eso me parece una tontería. La calidad del jazz más espontáneo es directamente proporcional a la del ingenio de su intérprete lo mismo que cualquier otro estilo y esa categorización es absurda, además yo creo que son precisamente los más entendidos en música los que más afición le cogen a los estilos vertiginosos con más exigencia para el músico en cuanto a
crear sobre la marcha porque no le tienen miedo al vanguardismo, la experimentación y lo que se salga de lo estándar, es en la cuerda floja de la improvisación donde un músico demuestra si de verdad sabe tocar lo que se ha colgado o es como esos guitarristas de YouTube que tocan pentatónicas a la velocidad de la luz o interpretan nota por nota a la perfección cualquier tema de sus músicos preferidos pero no son capaces de emocionar ni a sus putas madres en un solo bending. Personalmente, si me pones a cuatro sosos a tocar un jazz con telarañas mil veces ensayado de walking de primero de solfeo en un 4/4 de
tsch t-tsch, tsch t-tsch y así ad infinitum me voy a echar una siesta mental cojonuda porque eso ni es genuino ni es jazz ni es arte ni es nada, son cuatro muertos interpretando una mascarada, jazz fue cuando la música nació y cuando fue mutando para terminar escrita.