Vengo a contaros que,como hay que compartir los servicios de la planta, dividirlos por edades y hacerlos unisex, ha surgido un nuevo problema: hay niños (varones) que, al no apuntar bien, dejan la taza hecha una porquería y las niñas no quieren sentarse ahi. Solución: van a tener que acostumbrarse a mear sentados. Algunas maestras se han opuesto alegando que "siempre se meó así", pero la mayoría son charos. El fin del patriarcado se terminará de fraguar en los retretes, amigos. Habrá que tirar bien de la cadena...