En Estados Unidos no hay democracia, la próxima presidenta será la Clinton, el que quiera entusiasmarse con Trump que lo haga, pero antes se cae el cielo sobre la tierra. A ese lo tienen para animar y para que los que ven en el la salvación crean que tuvieron su oportunidad.
Ya, eso decían en el partido republicano, que no tenía ninguna opción contra gobernadores y senadores asentados, influyentes, con más de veinte años de experiencia en política, con apellidos notorios (Bush), etc...
Lo que ha pasado ya lo hemos visto. Ha arrasado en votos y se los ha llevado a todos por delante.
No, en serio, esto está interesantísimo.
Por una lado está el tema republicano. Los dinosaurios del partido no lo quieren ni en pintura. Solo hay que ver recientes vídeos del portavoz del partido, un tal Paul Ryan, haciendo malabares diciendo que
"Aún no está preparado para apoyar a Donald".
Otros, se han puesto del lado del Trump, bien por convicción, o bien porque les conviene estar cerca para formar parte de un posible gobierno (Ahora mismo se está especulando quien va a ir en la candidatura con Trump como vicepresidente).
Lo que más me llama la atención es la diferencia de estrategia entre Trump y Clinton. El amigo Donald está a diario en los medios, en entrevistas, en conferencias, mitines, etc... Solo le falta aparecer en radio taxi.
Por contra, apenas hay rastro de Hillary fuera de su twitter o de las convenciones del partido.
Y eso se debe a que no le conviene hablar con la prensa porque no tardarían ni cinco minutos en preguntarle por el escándalo de los emails.
Ojo a ese tema. Porque todo el mundo piensa que se la está protegiendo y que no va a ir a la cárcel. Pero al parecer es un tema tan flagrante y escandaloso, y está tan claro que no solo puso en riesgo la seguridad nacional sino que también intentó borrar pruebas, que en el FBI andan quemados de que la mujer siga por ahí tan campante, y están dejando caer que si no se le pone delante de un juez habiendo pruebas tan evidentes, van a aparecer filtraciones sobre el caso que la van a dejar muy tocada de cara al tema de elecciones.
Da lo mismo que Trump sea el demonio. Entre lo de los emails, los desastres de Hillary con Libia y Benghazi, la Lewinsky... va a tener carnaza de la buena.
Como decía un periodista, los debates presidenciales van a ser un espectáculo que tendría que ofrecerse en pay per view
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